lunes, 2 de julio de 2007

Romance chino III

Al día siguiente, al salir del trabajo intentó de nuevo su propósito, pero esta vez, en lugar del parque, decidió sentarse en el banco de una plaza. En pleno centro de Madrid y con banderas multicolor por todas partes. Chicos con sobredosis de anabolizantes y camisetas dos tallas menos de la recomendada por la OMS. La noche pasaba y el sueño se instalaba en sus ojos de japonés. Sólo los gladiadores se fijaban en él. Las chicas, en cambio, pasaban de dos en dos con la mirada acaramelada, sin fijarse en el joven del banco.
La música hipnotica rebotaba en los edificios y la noche pasaba.
A las 5.00 horas se marchó a su casa, harto y con los ojos aún más rasgados.
Tenía que cambiar de táctica o nunca conseguiría novia.

Continuará...

1 comentario:

Anónimo dijo...

mal día para salir a ligar un heterosexual, sí...