jueves, 12 de julio de 2007

Romance chinoXI

Un olor a hierba recién cortada entró por su nariz para quedarse. Diminutas partículas de aire se entretenían con los pelos de su nariz, con ninguna gana de marcharse. El joven japonés estaba ensimismado con aquel aroma. Lo retuvo tan tiempo como pudo y volvió a inspirar otra bocanada. Estaba en Cantabria.

Continuará...

miércoles, 11 de julio de 2007

Romance chino X

Continuaban las corridas en Pamplona. El joven japonés no corría, ni hacia un lado, ni hacia otro, ni fuera, ni dentro. Tras varios intentos con las mozas del lugar sin ningún éxito, pensó que ya era hora de cambiar de clima. ¿Volver a Madrid? aún no. ¿Quizás Ibiza? No, se acababa de hundir un barco con más de 150 toneladas muy cerca de la isla. Ir a limpiar las playas no era su ideal para encontrar pareja. Así que el joven japonés marchó a Cantabria, en las tierras del norte. Una opción perfecta para gastar los últimos euros que le quedaban.

Continuará...

martes, 10 de julio de 2007

Romance chino IX

¿Un italiano de 89 años escala una montaña de 3000 metros y yo no puedo llegar hasta tus caderas? Pensó el joven japonés después de que la pamplonica apartase su mano lentamente.

lunes, 9 de julio de 2007

Romance chino VIII

Peces rojos aleteaban en medio de un mar blanco. El joven japonés, vestido al estilo pamplonica sonreía solo sin saber por qué. Estaba en los San Fermines, tirando fotos a todo lo que estaba a su alcance. Guiris alcoholizados, toros cabreados con el personal, viejos observadores, polémicas pancartas de Cristo con la mano alzada y chicas monas vestidas de blanco desvirgado.
¡Hola! ¿nos haces una foto? es que se nos ha olvidado la cámara...
¡Claro, una, dos y todas las que hagan falta!
¡Muchas gracias chinito guapo!
No soy chino, soy japonés.
Perdona japonesito guapo, ¿te vienes a tomar unos potes con nosotras?
La vida empezaba a mostrar su cara amable...

Continuará...

viernes, 6 de julio de 2007

Romance chino VII

Pasaría lo siguiente. Primero, dejar el trabajo. Segundo, comprar un cámara de fotos. Como no tenía mucho dinero ahorrado, de las malas. Tercero, ponerse en marcha. A dónde ir, pensó. No tuvo que reflexionar mucho tiempo. Las fiestas más internacionales de España estaban a punto de comenzar y qué mejor que ir a Pamplona para hacer unas fotos. De esta forma se marchó el joven japonés a Iruña, con una cámara de fotos en la mano y unas sandalias medio rotas en los pies. ¡Toda una semana de aventuras por vivir! ¡Un montón de chicas por conocer! Sólo tenía un problema, el dinero no le llegaría para costearse todos los gastos. Tendría que mendigar o encontrar un trabajo, para poder llevarse algo a la boca.

Continuará...

jueves, 5 de julio de 2007

Romance chino VI

Los cerdos son buena gente, aunque hacen todo con las tripas. El joven japonés leía el horóscopo en el restaurante. Era la hora del café y tenía cinco minutos para relajarse después de haber servido todas las mesas. Se preguntaba cuánta gente era de ese signo. También le dió tiempo a leer las noticias del periódico gratuito que cogió de camino al trabajo. Entre noticias de desastres naturales y terrorismo nacional e internacional leyó algo más liviano. La agencia Magnum estaba de celebración. 60 años de buenas fotos. Pensó en lo bonito que sería viajar por el mundo retratando a sus gentes y sus paisajes. La única vez que había viajado fue de pequeño para llegar a España con sus padres. ¿Qué pasaría si dejase aquel restaurante y se marchara a visitar nuevas tierras?

Continuará...

miércoles, 4 de julio de 2007

Romance chino V

El joven japonés jugaba con el jabón en su boca. Se lavaba los dientes uno a uno desde muy pequeño. Aquella costumbre la heredó de su padre, siempre metódico. Estaba recordando el extraño sueño cuando escuchó por la radio que Sanidad había detectado una partida irregular de dentífrico, con sustancias tóxicas, en varias comunidades españolas. Escupió la pasta sobre el espejo del lavabo y vio cómo su cara se deformaba unos instantes. El jabón descendía por el cristal transformando su cara.
¡Cómo va a querereme alguien con esta cara horrible! pensó.
Cogió una camiseta de algodón blanca y partió hacia el restaurante.

Continuará...

martes, 3 de julio de 2007

Romance chino IV

Y al tercer día se levantó de la cama cansado. En apenas dos horas de sueño conoció a una fantástica joven de cabellos negros. Dos horas que duraron toda una noche en su particular espacio - tiempo. Se conocieron en Yemen. Turistas en mitad de una masacre de la que no sabían nada. El polvo y los gritos los dejaron incomunicados. Al despejarse la nube de polvo y desaparecer el gentío, chocaron sus cuerpos y ya no pudieron despegarse. De la arena de Yemen a las sabanas de una cama de soltero.
El día se antojaba agotador en el restaurante chino y el joven japonés se tomó cuatro tés para estar despierto. En julio son muchos los turistas y muchos los comensales.

Continuará...

lunes, 2 de julio de 2007

Romance chino III

Al día siguiente, al salir del trabajo intentó de nuevo su propósito, pero esta vez, en lugar del parque, decidió sentarse en el banco de una plaza. En pleno centro de Madrid y con banderas multicolor por todas partes. Chicos con sobredosis de anabolizantes y camisetas dos tallas menos de la recomendada por la OMS. La noche pasaba y el sueño se instalaba en sus ojos de japonés. Sólo los gladiadores se fijaban en él. Las chicas, en cambio, pasaban de dos en dos con la mirada acaramelada, sin fijarse en el joven del banco.
La música hipnotica rebotaba en los edificios y la noche pasaba.
A las 5.00 horas se marchó a su casa, harto y con los ojos aún más rasgados.
Tenía que cambiar de táctica o nunca conseguiría novia.

Continuará...