Un olor a hierba recién cortada entró por su nariz para quedarse. Diminutas partículas de aire se entretenían con los pelos de su nariz, con ninguna gana de marcharse. El joven japonés estaba ensimismado con aquel aroma. Lo retuvo tan tiempo como pudo y volvió a inspirar otra bocanada. Estaba en Cantabria.
Continuará...
jueves, 12 de julio de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Que lo pases bonito chinito
Publicar un comentario