viernes, 6 de julio de 2007

Romance chino VII

Pasaría lo siguiente. Primero, dejar el trabajo. Segundo, comprar un cámara de fotos. Como no tenía mucho dinero ahorrado, de las malas. Tercero, ponerse en marcha. A dónde ir, pensó. No tuvo que reflexionar mucho tiempo. Las fiestas más internacionales de España estaban a punto de comenzar y qué mejor que ir a Pamplona para hacer unas fotos. De esta forma se marchó el joven japonés a Iruña, con una cámara de fotos en la mano y unas sandalias medio rotas en los pies. ¡Toda una semana de aventuras por vivir! ¡Un montón de chicas por conocer! Sólo tenía un problema, el dinero no le llegaría para costearse todos los gastos. Tendría que mendigar o encontrar un trabajo, para poder llevarse algo a la boca.

Continuará...

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